miércoles, 16 de enero de 2013

Tradiciones navideñas

Cómo pasa el tiempo!!!
 
Hace 17 días estabamos tomandonos las uvas mientras hacíamos nuestros propósitos para el nuevo año.
 
Como mi anterior post iba sobre cocina y estoy yo tan mentalizada después de los excesos navideños con las calorías he meditado un poco sobre los dulces que aún quedan en mi despensa como fruto de la resaca navideña...¿habéis pensado alguna vez la cantidad de ellas que hay en una bandeja típica de Navidad?

En la sobremesa de la cena de Nochebuena, es típico preparar una bandeja llena de dulces que posteriormente queda siempre disponible para "picotear" durante todas las fiestas. En esta bandeja, y me imagino que según las costumbres de cada región y de cada casa se suelen poner turrones (los más típicos son "el blando", " el duro", el de guirlache, y el de yema tostada pero ahora los hay para todos los gustos), almendrucos, peladillas, polvorones, mantecados, mazapán.


El polvorón es una variante de los mantecados y suelen comerse típicamente en Navidad. Es un dulce hecho a base de harina, manteca de cerdo, azúcar y canela y al que se puede añadir almendra molida o ajonjolí. Debido a que tiene una consistencia muy blanda se presenta envuelto en papel. Lo típico es apretarlo en la mano antes de desenvolverlo para garantizar que queda bien apelmazado antes de hincarle el diente porque de lo contrario se deshace completamente.
 

El mantecado se diferencia fundamentalmente en que tiene más cantidad de manteca y su consistencia es mayor por lo que se presentan sin envolver.

Siendo yo toledana, me vais a permitir que hable sobre todo del mazapán y de la sopa de almendra.

El mazapán tiene su origen en Toledo aunque sé que también se habla de origen siciliano.

Lo cierto es que ya en Grecia se hacía una pasta a base de almendra y miel y que en la era cristiana, durante la Pascua se hacía una masa a base de almendra y miel llamada “Panis martius” en latín o marzapane en italiano, o lo que es lo mismo, pan de marzo.

También hay referencias a este manjar en las Mil y una noches. Se dice, que en el siglo XI se citaba una pasta hecha a base de azúcar y almendra como “postre regio” y según se dice, en el Convento de San Clemente de Toledo, durante la hambruna que padeció Castilla por la batalla de las Navas de Tolosa, al no haber nada más que almendra y azúcar en las despensas, las monjas prepararon un pan a base de azúcar y almendra para poder distribuir entre la población. En las ordenanzas de los confiteros manchegos sólo se admitían como ingredientes “las almendras de Valencia y el azúcar blanco” y, aunque ahora sólo se disfruta por Navidad, Lope de Vega hace referencia a él en los “dos sanjuanes”.

La versión italiana hace referencia a Eloisa Martorana, noble italiana, que hizo un monasterio en Sicilia con su nombre. Las monjas del convento, en su mayoría de origen griego, se dedicaron a la elaboración de una masa de azúcar y almendras a la que daban forma de frutas, animalitos y pintaban con pigmentos hechos a base de goma arábica, azafrán, pistacho y rosas. En el sínodo de Mazara, en el año 1575, se prohibió expresamente dedicarse a esta labor puesto que las distraía de las prácticas religiosas.

El origen de la palabra mazapán también tiene diversas versiones. Una es el nombre italiano del pan de marzo (marzapane), pero también se habla de la unión de las palabras “maza” (por el mortero donde se machacaba la almendra y se mezclaba con el azúcar) y “pan” ( por el producto obtenido). La palabra mazapán también puede derivar del árabe “manthában” que identificaba el recipiente donde se guardaba la pasta aunque también se dice que su origen es “Mautha-ban” (o rey sentado) por las figuritas que se formaban con la masa.
El mazapán en Toledo está protegido mediante la calificación del Ministerio de Agricultura como “denominación de origen”. Según la regulación que lo define, la almendra es el principal ingrediente, en cuya composición intervienen de forma mayoritaria o como mínimo en una proporción de 1:1. Esto es que debe representar el 50% del peso total. Las almendras utilizadas deben ser almendras de variedad dulces, repeladas y con un contenido en materia grasa del 50%”.
 
 
 
 
Los ingredientes son: 500gr de almendra molida, 500 gr de azúcar glassé, 2 cucharadas de agua y clara de huevo.

Se mezcla la almendra molida, con el azúcar y con el agua y se amasa con las manos durante un buen rato hasta obtener una masa uniforme. Se debe dejar reposar la masa durante al menos dos horas. Posteriormente se hacen figuritas y se colocan en una placa de horno. Batimos las claras de huevo y se pintan las figuritas con ella. Se hornean durante 2 minutos a 200º hasta que se dore la superficie.
En Toledo soy muy típicas las anguilas. Se llama así a mazapán modelado en forma de anguila y relleno de batata, yema y cabello de ángel y decoradas con frutas confitadas, azúcar glass y clara de huevo. También se utilizan perlitas de caramelo para hacer los ojos de la anguila. Más postres típicos son las empiñonadas (una de mis favoritas): masa de mazapán recubierta con piñones, pasteles de gloria, pasteles de yema, almendrados. Todos ellos tienen como ingrediente básico el mazapán pero añadiendo otros ingredientes.

Para los preocupados por la nutrición. El mazapán tiene proteínas (procedentes de la almendra), hidratos de carbono (azúcar) y grasas de origen vegetal (almendra). Tiene entre 450 y 500 kilocalorías por cada 100 gramos.

Un postre típico en Navidad es la sopa de almendra, hecha con leche en la que se diluye la masa del mazapán en crudo. Una vez preparada se cubre con pan horneado y almendras laminadas.
Como habeis podido comprobar en alguno de mis post, me gusta documentarme sobre las cosas que escribo. Me gustaría pensar en mi sueño sobre la sanidad madrileña universal y equitativa, que nuestros jefes tienen muy claro que con los cambios que plantean todo va a seguir siendo universal, que la asistencia va a ser equitativa y que los pacientes no van a notar ningún cambio.
 
Pero me da en la nariz que eso no va a ser posible.
 
 

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