sábado, 19 de enero de 2013

Ir con niños a un museo no es tarea imposible

Ir con mis hijos a un museo me parecía tarea imposible ya que siempre que lo intentaba desde que entrabamos no cesaban las protestas tipo: "¿cuánto queda?" "¿Cuándo nos vamos?" "Quiero agua" "Tengo hambre" "Esto es un rollo" " Necesito ir al baño".

Y claro, así no hay quien vea nada. Mi hijo tendría 6 años y mi hija 10 cuando nos aventuramos a ir al Museo del Prado.

 
A mí siempre me ha parecido un pecado vivir tan cerca de un museo tan importante y no llevar a los niños, pero nunca veía la ocasión. El caso es que una vez aprovechamos la exposición temporal de Joaquín Sorolla para llevarlos.

Joaquín Sorolla es un pintor impresionista de principios del siglo XX, nacido en Valencia y cuyas obras más destacadas son Paseo a orillas del mar, Después del baño, La vuelta de la pesca, Al baño, El baño del caballo o Saliendo del baño.



Podríamos decir que con cualquier excusa su obra más conocida versa fundamentalmente sobre las luces del atardecer en la playas de su Valencia natal. Trabaja con gran maestría el juego de luces del sol del atardecer sobre el agua del mar y sobre las ropas blancas de sus personajes. Pero trabaja con mayor maestría aún el reflejo del sol sobre la piel mojada ( en Chicos en la playa o en Idilio en el mar).



 

Mis hijos, por una vez en su vida, se quedaron hipnotizados viendo los enormes cuadros de Sorolla que parecían fotografías por su realismo.
 
Yo misma la recorrí varias veces porque en realidad no hacía más que ir, venir, volver a mirar y remirar algunos de ellos ya que me quedé embobada con la luz que emanaban los cuadros, los reflejos del sol en la piel mojada en Pescadores valencianos, Cosiendo la vela, La pesca del Atún, Saliendo del Baño, Desnudo de mujer, o los paneles de la Visión de España que realizó para la biblioteca de la Hispanic Society of America de Nueva York,  representativos de momentos, lugares y tradiciones de diversas provincias españolas.

Salimos todos muy satisfechos, con ganas de volver a disfrutar de los maestros del arte.
 
No hay mejor terapia que disfrutar del arte. Lo aseguro.

Por cierto......los cuadros al natural no tienen nada que ver con las fotos que aquí pongo.





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