martes, 8 de diciembre de 2015

La importancia de lo cotidiano

Sin darnos cuenta, se acerca la Navidad y se acaba el 2015.
En estos días previos, la mayoría se concentra en comprar regalos y preparar comilonas centrándose sólo en el consumismo. Sin embargo muchos vivimos realmente su esencia y aprovechamos para hacer recuento del año que termina.
El 2015 no ha sido un buen año para nuestra familia.

Aunque acabamos el 2014 con una gran ilusión y muchos motivos para dar gracias, el 2015 escondía muchas pruebas de fuego para nosotros.
La ELA estaba esperando agazapada, para sorprendernos en una esquina del camino en el mes de mayo. Y de golpe, todos esos momentos cotidianos cobran protagonismo en nuestro día. Bien para valorarlos, bien para darnos cuenta de tantos detalles que  nos hacen autónomos o nos convierten en dependientes.
Y es entonces cuando descubres que la vida no sólo se compone de momentos para la risa ni de felicidad. También hay que saber convivir con la pena y la tristeza.
Las dificultades a las que nos enfrentamos y los pacientes en su vivencia de la enfermedad son los que más nos enseñan, precisamente, cómo es la vida y cómo hay que vivirla. Mi padre como paciente y mi madre como cuidadora, me están enseñando mucho a lo largo de estos meses en los que voy paseando, sin parar, de una a otra fase del duelo de Kübbler-Ross (negociación, ira, negación, aceptación, tristeza).
Me han enseñado que, a pesar de las dificultades se puede ser feliz, disfrutando de los pequeños detalles cotidianos, compartiendo lágrimas, miedos y rebeldías. Un abrazo, llorar o reír juntos, un beso con el corazón, una partida de cartas, restaurar un mueble viejo, montar una estantería, cortar arizónicas, aprender un plato nuevo, tomar un refresco disfrutando de la impresionante vista desde el Parador de Toledo, el chocolate con churros de los jueves en los que compartimos risas con quien no nos deja caer, recordar buenos momentos en familia, echarse unas risas con los amigos, sintiendo el cariño de lo que nos dan la mano cuando sentimos que nos caemos, una mirada que encierra todo sin necesidad de articular palabras, contemplar una puesta de sol, contar estrellas fugaces, sentir la lluvia en el rostro, escuchar el mar, entregar nuestro esfuerzo para cuidar al que lo necesita, estar atento a la lágrima silenciosa del que sufre, …..tantos y tantos momentos únicos y especiales que perdemos en la vorágine del día a día, en lo cotidiano y en lo que no tiene realmente tanto valor aunque se compre con la tarjeta visa.
Cualquier momento es bueno para ser feliz y disfrutar de la vida que nos queda por vivir. 

Sólo hay que abrir los ojos y saber contemplarlo.
Gracias a todos los que formáis de esos pequeños detalles cotidianos que son los que realmente importan.




Will you be my shoulder when I´m grey and older?
High. James Blunt

martes, 29 de septiembre de 2015

Al final, lo que importa, es la vida que no has malgastado

Cuando te enfrentas a una enfermedad que, hagas lo que hagas, sigue su camino inexorable, te das cuenta de lo verdaderamente valiosa que es la vida y la salud.
Muchas veces perdemos  tiempo y esfuerzo en batallas que no merecen la pena en nuestra vida cotidiana sin darnos cuenta de que al final, lo que importa realmente, es la vida que no has malgastado. El tiempo y las risas que compartimos con la familia y los amigos, los abrazos y los besos que regalamos, el tiempo que dedicamos a hacer el día más agradable a los demás.
Por todo eso, no quiero perder mi un minuto de mi tiempo sin vivir la vida con intensidad, te daré todos los abrazos y todos los besos que no te había dado en todos mis años de existencia. No dejaré de decirte todo lo que te quiero y que estaré a tu lado en lo bueno y en lo malo.
No perderé un minuto buscando el entendimiento con aquellos que no quieren escuchar ni razonar porque sólo tienen tiempo y ojos para sus propios ombligos.
Creo que te lo debo. Es tu legado.


 


Feeling God. Muse. 7 Pounds

viernes, 24 de abril de 2015

Hijos

El mayor regalo que podemos tener en esta vida es un hijo.
Pero es un regalo con truco.
No viene con manual de instrucciones como el móvil o el IPad.
Muchas veces se asocia la maternidad al hecho de hacerse un test y que de positivo.
Pero en cuanto empiezan las primeras molestias deja de ser una vivencia agradable.
¿Quién dijo que ser padre o madre estuviera exento de problemas?
El embarazo y el parto no son más que el comienzo del fin de  nuestro estado de bienestar.
Se acabó dormir 8 horas, ver tranquilamente una película, disfrutar de una conversación con tu marido, comer sin discutir sobre lo que es bueno para ellos y lo que ellos prefieren, ir al cine a ver "pelis de mayores". Bienvenido sea acostarse por la noche acariciando la mano de tu hijo, levantarse por la mañana en el borde de la cama a punto de caer porque de pronto somos tres y ya va quedándose pequeña, ir al cine a ver Doraemon o Harry Potter.
A pesar de todos los inconvenientes la paternidad es la experiencia más increíble y gratificante que se puede vivir.
Pero requiere muchísima responsabilidad.
Yo, cada día me rebano los sesos para intentar dar a mis hijos una visión optimista del mundo. Para que ellos sean, cada día, un poquito mejores personas. Para que pongan a mal tiempo buena cara. Para que estén siempre pendientes de aquel que pueda necesitar un poco de ayuda. Para que sepan agradecer cada día el regalo de tener una casa, un hogar, un plato de comida, un colegio donde aprender, amigos con los que disfrutar, una familia que les quiere y les apoya en sus decisiones. Para que sepan tomar sus propias decisiones de forma libre y responsable. Para que sean capaces de manifestar sus preferencias sin dejarse manipular y sin imponer su voluntad.

Como decía aquel....construir personas.





martes, 17 de marzo de 2015

la muerte no es una quimera

Por mi trabajo estoy en contacto estrecho con la vida, la muerte y el sufrimiento.
Ya llevo unos cuantos años a golpe de fonendo y por mi consulta han pasado montones de personas de todas las edades, culturas y credos, por lo que puedo decir, creo que con buen criterio, que sobrevivir a un hijo es una de las experiencias más duras que puede vivir el ser humano.
En el mar de colores que es la consulta del médico de familia, a veces comparto momentos alegres como la llegada a este mundo de un nuevo hijo o tristes por la desesperación de aquellos que no pueden ser padres mientras otros deciden voluntariamente y sin el menor reparo acabar en un momento con esa vida que comienza a gestarse alegando, simplemente, que ahora no me viene bien, o por la vivencia de enfermedades crónicas invalidantes o incurables.

En este mundo de contrastes, esta semana predomina el gris porque la balanza que equilibra los momentos de vida y los momentos de muerte de mi día a día se ha inclinado hacia la muerte.
Y entre paciente y paciente, el médico de familia tiene que intentar recomponerse para partir de cero. En tiempo récord, con una cadencia de cinco minutos que es lo que dice mi agenda que tiene cada paciente para ser atendido. Porque cada nombre en tu agenda necesita de tu mejor sonrisa y de tu mejor predisposición para atender sus problemas.
Pero que me diga alguien cuál es la fórmula para poder pasar página cuando a las cuatro de la tarde sientes un estremecimiento mientras escuchas a una madre rota por el dolor porque la muerte irrumpió en escena, como tantas veces, de madrugada,  hace ya tres años para arrebatarle a su único hijo. Son de estos momentos que yo denomino "se paró el reloj". No hay reloj, no hay lista, no hay teléfonos, no hay pantalla del ordenador para cumplimentar los protocolos de la historia clínica. Sólo hay dos personas que conectan a través de la mirada y la palabra.
Porque sus ojos tristes, como sin vida, se llenan de lágrimas al recordarle. Y, aunque el motivo que la trae hoy a verme es otro, cuando se despide me suelta, de sopetón, sin anestesia que "Yo sé que la vida sigue, continúa hacia adelante sin él y sin darse cuenta de que yo me quede anclada en aquel momento.  Intento cada día vivir lo mejor que puedo. Sé que hay personas a mi alrededor que me quieren y me acompañan para que yo siga adelante. Pero, doctora, yo he muerto en vida. Y no hay cosa que ansíe más que me llegue el momento de la muerte para poder estar con él".
Y, en estos momentos "se paró el reloj" no puedes hacer nada más que acompañar y abrazar en el dolor.
Dijo Epicuro de Samos que la muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.

Esta madre no vive una quimera. Como bien dice ella, ha muerto en vida. Porque no se me ocurre tristeza más grande para una madre que enterrar a  un hijo.
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra

Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en los cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.


Mario Benedetti





miércoles, 11 de marzo de 2015

Descubriendo el Mindfulness: el cazador que persigue dos conejos no atrapa ninguno.


Si, ya lo sé.
El mindfulness no es nada nuevo, aunque he de reconocer que para mí, sí. No había oído hablar de él hasta que hace unas semanas una amiga del colegio me sugirió utilizarlo en el centro de salud para los pacientes. Así que, en cuanto tuve oportunidad, me decidí a buscar información al respecto. Y en esas estamos.

Según voy leyendo me voy dando cuenta de que, si lo piensas detenidamente, no nos dice nada nuevo. Al fin y al cabo es una técnica que utilizan los budistas desde hace ya unos cuantos cientos de años y es algo que de forma intuitiva hacen muchas personas: Tomar conciencia del momento presente.
El mindfulness se ha traducido al castellano como atención plena, que viene a ser una forma de decir estar concentrados en el aquí y en el ahora, con nuestros cinco sentidos, pero sin juzgar y con aceptación.
En una sociedad cada vez más acelerada y estresada, muchos de nuestros males se pueden resumir en que estamos "infoxicados". Saltamos de una tarea a otra, de una actividad a otra, sin prestar muchas veces atención a ninguna de ellas, generando frustración porque tenemos la sensación de no llegar a ningún sitio ni poder abarcar todas las tareas. Y lo que es peor, sin prestar atención a lo que sentimos ante las situaciones presentes, perdiendo el tiempo en lo vivido en el pasado o en o que tememos o creemos que nos deparará el futuro. 
Y si no, que levante la mano quien no ha vivido alguna de estas situaciones:
1. Comer sin masticar ni saborear el plato mientras mantenemos una reunión de trabajo o vemos la televisión.
2. Llegar al destino sin haber sido conscientes del trayecto en coche.
3. Juzgar las situaciones como buenas o malas y, en función de ello, aceptarlas o rechazarlas.
4. Olvidar o tirar cosas por descuido
5. Empezar una tarea y abandonarla a los pocos minutos para atender una llamada o para realizar otra tarea.
6. Oír sin escuchar lo que nos dicen
El concepto atención plena implica tomar conciencia del momento presente, sin juzgar y con aceptación.
Es muy frecuente en nuestra sociedad pasar de puntillas por el ahora distraídos por alguna situación pasada o ensoñaciones sobre el futuro.
El precursor del mindfulness, como medio para reducir el estrés, es John Kabat Zinn, que fundó en 1979 el Centro de midfulness en Masachussets  y desarrolló un programa de reduccion de estrés basado en la conciencia plena (conocido como MSBR, Mindfulness based stress reduction) en 8 semanas.
Hay estudios neurobiológicos que demuestran que un elevado nivel de atención se correlaciona con niveles bajos de neuroticismo, alexitimia, ansiedad, depresión y somatización y elevada inteligencia emocional así como baja hostilidad, impulsividad y vulnerabilidad a la aparición de enfermedades psiquiátricas.
Además, se sabe que las personas con tendencia a la depresión tienen predominancia en la actividad neuronal de la región prefontal derecha del cerebro mientras que las personas con mayor capacidad para regular sus emociones tienen más activada la izquierda. Estos estudios han descubierto que tras ocho semanas de meditación regular, empieza a desarrollarse más el lado izquierdo y que los meditadores tienen mayor densidad neuronal,  mayor capacidad para procesar la información y niveles de estrés y ansiedad bajos y que el estado de atención plena nos permite ser más creativos y empáticos.
La atención plena ayuda a aumentar la concentración, a disminuir automatismos, a frenar la impulsividad, a aceptar la realidad tal y como es y a disfrutar del presente, a disminuir la ansiedad y  a fomentar el autoconocimiento
El mindfulness también se ha aplicado en el ámbito de la medicina y hay muchos estudios que avalan su eficacia en el tratamiento de pacientes con fibromialgia, trastornos obsesivos compulsivos, trastorno depresivo, trastorno de ansiedad generalizada, adicciones, dolor crónico y en el abordaje del burnout en profesionales sanitarios (Evaluación de la efectividad de un programa de mindfulness en profesionales de atención primaria)
Además, se están desarrollando algunos proyectos en el ámbito de la pediatría ( Mindfulness en Pediatría: el proyecto “Creciendo con atención y consciencia plena” ) con el objetivo de aprender  a gestionar las capacidades de control sobre la  salud desde la atención y consciencia plena.
En el ámbito de la salud se han demostrado beneficios también en los profesionales sanitarios, mejorando la introspección y permitiendo desarrollar aspectos más humanistas y habilidades como el afrontamiento del estrés y la empatía puesto que el estar atento disminuye la tendencia a cargar con as emociones negativas de otros.
Se puede aplicar de forma individual o en grupo y, a diferencia de los tratamientos farmacológicos, su eficacia se mantiene durante más tiempo puesto que el individuo integra estas habilidades a su vida diaria.
El inconveniente principal es que se requiere el compromiso activo del paciente ya que, en palabras de Daniel Goleman, "La atención es un músculo que se debe entrenar” 

 Andy Puddicombe. Mindfulness 10 minutos
Seguiremos buceando.

domingo, 1 de marzo de 2015

Relato corto. Llega la primavera

Dicen que se empieza a notar el calor de la primavera, pero el único tacto que siento hoy es el frío metal de mi fonendo.
Parece que empiezan a salir las primeras flores, pero el único mundo que veo hoy son estas cuatro paredes grises que me rodean.
Echo de menos el calor de sus abrazos.
Esta distancia me duele y me presiona y me acelera y me quita el aire y me quema el alma.
Esta distancia me está matando.
Mata nuestra alegría.
Acaba con nuestros proyectos.
Roba nuestro tiempo.
Un día más.
Día a día.


lunes, 23 de febrero de 2015

El consumo excesivo de medicamentos en el primer mundo

A lo largo de esta semana, por diversos motivos, he pensado varias veces en escribir un post sobre el consumo de medicamentos en España. No encontraba el momento. Pero, esta mañana, mientras desayunaba con mi hijo, me he quedado perpleja y finalmente me he decidido.
En un canal infantil, se promocionaba el consumo de medicamentos a través de este vídeo.

 
Después, he visto en internet, una foto que me ha dejado aún más preocupada. Un cuenco de cereales en forma de pastillas. Y, de verdad, me he quedado perpleja. Porque me parece preocupante que ya estemos aleccionando a los más pequeños para seguir siendo el segundo país más consumidor de medicamentos del mundo.
 
Me parece tremendo que, mientras una parte del mundo muere por escasez de alimentos, otra se medicalice en exceso.
 
No es una percepción mía de un lunes postguardia.
 
 

 
Precisamente es EEUU el único país del mundo en el que el consumo de medicamentos supera a las cifras que tenemos en España.
 
Y es un tema realmente preocupante ya que el consumo generalizado de algunos medicamentos, no exentos de efectos secundarios, como los antiinflamatorios, los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol) o las estatinas para disminuir los niveles de colesterol que produce nuestro estado de bienestar y nuestra dieta inadecuada ( Dieta para prevenir enfermedades coronarias )

Se echa mucho la culpa a la industria farmacéutica afirmando que crean enfermedades para después promocionar productos para curarlos, pero yo también echo la culpa a la sociedad en qué vivimos en la que se busca el estado de bienestar total, la inmediatez en la resolución de los problemas, y la escasísima tolerancia a la mínima molestia.

Medicalizamos cualquier problema cotidiano como puede ser la caída del pelo, la tristeza por una ruptura, la crisis por la maternidad o por un conflicto familiar, las molestias banales de un catarro, el dolor ante un traumatismo leve. Y no sólo somos capaces de tomar tres o cuatro fármacos distintos para mitigar las molestias que estas dolencias leves nos producen sino que exigimos que la resolución de las mismas sea inmediata.

No digo que los médicos no tengamos parte de culpa en todo esto. Pienso que la sociedad también debe tomar conciencia de este importante problema de salud pública y entonar su propio mea culpa.
 

jueves, 19 de febrero de 2015

El miedo y la incertidumbre, sentimientos de difícil manejo


¿Quién no ha sentido miedo alguna vez?
 
Es imposible no haber sentido miedo en algún momento de nuestra vida.
Miedo a la enfermedad, miedo al dolor, miedo a perder la estabilidad laboral, miedo a perder un ser querido, miedo a la propia muerte, miedo ante la incertidumbre.
Yo creo que sólo los inconscientes viven sin miedo a nada.
 
En mi caso concreto, y, en relación con el tema que nos ocupa, cada día que pasa,  tengo que hacer más terapia y relación de ayuda en la consulta.
 Cada vez más pacientes acuden aquejando ansiedad, llanto fácil, insomnio, desesperanza...solicitando alguna pastilla que les permita manejar el día a día, un poco más anestesiados.
Y cada vez, con más frecuencia, llego a casa sin fuerzas aunque, durante la mañana procuro llenarme de energía positiva para poder luego dar a mis pacientes.
Sin embargo, he de reconocer que, también a mí, en ocasiones, me cuesta encontrar motivos para la esperanza.
Escuchar las noticias, locales, regionales, nacionales o internacionales no es que ayude mucho, la verdad.
No sé si estamos en la fase de negación y aislamiento, o en la de ira y rabia, o en la de negociación, o en la depresión o en la aceptación. Supongo que, como en los duelos, cada uno se encuentra en su propia fase.
Me gustaría pensar que la mayoría no se encuentra entre la ira y la rabia o entre la depresión y la negación ya que mi deseo es que todos avancemos con aceptación, afrontando el futuro en paz, buscando alternativas, con la certeza de que toda noche tiene su día y al final del túnel siempre hay salida. 
Hace unos años, mientras estaba dedicada más a la gestión que a la medicina, acudí a un curso de nombre curioso " Los miedos del líder". Fui un poco por curiosidad y otro poco invitada por mi jefa. Y lo cierto es que tanto el contenido como la ponente me sorprendieron gratamente.
 
Se trataba de Pilar Jericó, una mujer joven y decidida con un impresionante curriculum a sus espaldas. Doctora en Organización de Empresas, licenciada en ciencias económicas y empresariales. Ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a trabajar sobre el talento y el impacto del miedo en el desarrollo de las empresas. Me dedicó su libro "No miedo" que guardo como oro en paño. Años más tarde publicó otro que también es de interesante lectura "Héroes cotidianos, descubre el valor que llevas dentro".
Vivir con miedo no es malo, pero es importante distinguir entre el miedo equilibrante y el tóxico.

El primero es el que nos ayuda a sobrevivir, a evitar situaciones que pongan en peligro nuestra integridad.

El segundo es el que nos paraliza y hace que no seamos capaces de seguir adelante, poniendo en riesgo nuestro bienestar.
 
Es fundamental sobreponerse al miedo. El valiente no es aquel que no tiene miedo, sino el que es capaz de sobreponerse a él y seguir adelante a pesar de él. Es fundamental no perder la cabeza y ser capaz de analizar cada situación para luchar contra el miedo paralizante.  
 
Extracto de la conferencia "Miedo; cómo vencerlo" de Pilar Jericó. Bilbao 13 de marzo de 2006

Todos sentimos miedo en nuestra vida. Gracias a él hemos llegado a sobrevivir como especie.(..)

El miedo es una emoción con la que nacemos, pero que se puede ir modulando a través de la propia educación, el entorno, la cultura, etc.

Los griegos lo explicaban muy bien a través de la mitología: Venus, diosa del amor, mantuvo un romance con Marte, dios de la guerra. De él nacieron cinco hijos: Cupido (dios del amor erótico), Anteros (dios del amor correspondido), Concordia (diosa del equilibrio y la belleza), Fobos (la fobia) y Deimos (el miedo). Como vemos, el miedo por tanto procede de la unión del amor y la guerra.
¿Esto qué quiere decir?. Que en la medida en que nosotros queramos o amemos algo temeremos perderlo.(...)

Cuando nos encontramos ante una situación de miedo nuestro cuerpo sufre una serie de cambios: el corazón palpita con más velocidad para enviar sangre a las extremidades y al cerebro, las pupilas se dilatan, y se producen tres hormonas: la adrenalina, la noradrenalina y los corticoides, también llamados hormonas del miedo. Los corticoides impiden que se produzca la conexión entre nuestras neuronas, la sinapsis, que como sabemos es la base de la creatividad.
Por tanto, es biológicamente imposible que una persona sea capaz de desarrollar todo su potencial cuando vive en una situación constante de miedo. Se paraliza.(...)
¿Cómo podemos conquistar el miedo?
Existen varios pasos para conseguir que el miedo no nos paralice:
1. Aceptar que tenemos miedo. Sabemos que todos lo padecemos y no es un síntoma de debilidad reconocerlo.
2. Identificar cuál es nuestro miedo. A veces no es fácil reconocerlo. En ese caso lo mejor es centrarnos en la otra cara de la moneda: ¿cuál es nuestra motivación?: En función lo que nos motive tendremos miedo a perderlo.
3. Mirar al miedo a la cara y hacerlo concreto. Nuestro peor enemigo siempre es nuestra propia cabeza. Nosotros somos capaces de imaginar cosas mucho peores que la realidad. Por eso son tan peligrosos los miedos ambiguos. Cuando un jefe te dice: "haz esto o atente a las consecuencias", probablemente pensemos en unas consecuencias mucho más dramáticas que las que luego realmente sucederán.
Victor Frankl fue un psiquiatra judío que pasó la segunda guerra mundial en varios campos de exterminio, entre ellos Auswitz. Según él, no se salvaron de aquel infierno los más fuertes, ni los más cultos, ni los mejor preparados, sino aquellos que tenían una motivación más allá de su propia vida: "cuando salga escribiré un libro", "cuando salga veré a mis hijos", "cuando salga contaré esto al mundo".




Como decía Nelson Mandela: "No es valiente quien no tiene miedo, sino quien sabe conquistarlo"
 

martes, 17 de febrero de 2015

A vueltas con la maternidad a propósito de un cumple

Tú ya duermes, después de un día agotador. Mientras, yo preparo su bizcocho favorito.
Es muy tarde, pero la ocasión bien merece el esfuerzo. Doce años no se cumplen todos los días.
El olor a vainilla me permite evocar viejos recuerdos de mi infancia en la cocina de mi madre, de tu abuela, aprendiendo recetas que luego he intentado reproducir con mayor o menor éxito a lo largo de mi vida.
La maternidad del siglo XXI no es tarea sencilla.
Sé que la maternidad en muchos puntos del planeta es mucho más complicada que la mía, que la nuestra, pero yo, en estos momentos, hablo de lo que me toca.
Parece que fue ayer cuando vi tu cara por primera vez. Un mundo nuevo lleno de ilusión y proyectos comenzaba con aquel llanto tan especial que a mí me sonó a gloria. Y es que sólo una madre puede comprender ese vínculo tan especial que nace nada más tener a tu hijo en brazos y que no desaparece nunca.
La difícil conciliación entre la vida familiar y la laboral pronto me devolvió a la realidad. Para ser exactos, a los cuatro meses y medio. Y es que, llegar a casa entre las nueve y las diez de la noche y trabajar los fines de semana, no facilita mucho las cosas.
Y siento, y sentiré siempre, cada momento que me he perdido a tu lado. Tus primeros pasos, alguna de tus primeras palabras, los juegos en el parque, preparar deberes cada tarde, muchos de tus partidos de baloncesto, las salidas del colegio...
Porque, en la era de las nuevas tecnologías, en la que parece que estamos más interconectados y comunicados que nunca, no hay whatsapp ni Facebook ni twitter, ni sms o mms que supla el calor de una madre cuando vuelves del colegio. Esas madres omnipresentes del siglo XX, como la mía, que siempre estaban cerca si las necesitabas.
Por eso, aunque sólo sea un instante efímero, mañana por la mañana, quiero desearte un feliz día de cumpleaños con tu tarta favorita.


50 sombras de Grey

Al final, por amistad, una hace casi cualquier cosa.
Incluso, ir a ver 50 sombras de Grey.
A más de uno, al leer esta confesión pública en toda regla, se le van a caer los palos del sombrajo. Pero es lo que hay.
He de reconocer que, cuando salió la saga de libros, yo no me enteré del boom hasta pasados unos meses.
Tanto fonendo y tan poca vida social es lo que tiene. Que no me entero de nada. Lo cual, muchas veces, tiene su ventaja.
Al final, en una de mis múltiples guardias, una compañera insistió tanto que, PDF en mano, empecé a leer el famoso libro.
En cuanto leí tres líneas me empezaron a entrar sudores. Y no, precisamente, por las tórridas escenas plasmadas en sus páginas, sino por la penosa forma de escribir de la autora.

El libro tiene una redacción pésima. De verdad.
Creo que no terminé ni siquiera el primer libro aunque mis amigas iban a marchas forzadas acabando el tercero ( los títulos ya prometían .....50 sombras más oscuras, 50 sombras liberadas). Todas reconocían que pasaban un poco de las escenas de sexo y que lo que realmente buscaban, desde la primera página, era que, por fin, Anastasia y Christian vivieran una convencional vida de casados.
No sé si es porque, en el fondo, somos unas romanticonas.
Porque buscar romanticismo en un tratado de sadomasoquismo como es la trilogía de 50 sombras de Grey tiene mérito.
No me da pudor reconocer que tuve que tener a mano un diccionario para entender algunos términos que me dejaron un tanto perpleja y ojiplática.
No terminé el libro y debí de leer, a duras penas, 50 páginas a trompicones ya que las escenas de la habitación roja y similares las pasaba de largo (verdad verdadera). Es lo que tiene ser ávida lectora de buena literatura desde los 11 años....que la literatura barata no me atrae mucho.
No volví a pensar en la famosa saga hasta que hace poco en una reunión de amigas se comentó que el 13 de Febrero, por San Valentín, estrenaban la peli.
Y claro, entre risas y un par de cañas, sucumbí y accedí a ir al estreno.
En el fondo me daba bastante pudor que me vieran entrando en la sala, palomitas y cocacola en ristre. Debe ser por que tengo el superyó muy desarrollado y enseguida me imaginé que los demás pensarían..."¡vaya pandilla de cuarentonas! ¡Cómo se nota que necesitan un poco de estímulo en sus vidas!"
Pero lo bueno de cumplir años es que, al final, lo que piensen los demás te importa un bledo así que allí estábamos nosotras cuatro, afrontando el estreno de la película más publicitada de los últimos tiempos con ganas de reírnos y pasar un buen rato.
Curiosamente, en la sala había más parejas de 30 años que grupitos de cuarentonas, lo cual me reafirmó en mi teoría de que el libro en cuestión había sido un éxito sobre todo para mujeres entre 30 y 40 años.
Lo cierto es que a lo largo de la película se escucharon comentarios muy similares a los que después leí en prensa "Lo que dice el público viendo 50 sombras de Grey")
Pero el que más me impactó fue...."la mujer llega al sexo por amor mientras que el hombre llega al amor por el sexo". Eso, y que se prevee un baby boom en nueve meses.

Toma ya.....

Lo dicho....lo que una hace por amistad!!!

PD Dedicado con mucho cariño a mis amigas a las que agradezco infinitamente su amistad y los buenísimos momentos que vivimos juntas.




Alegría por vivir

 
 
Pocas personas disfrutan tanto de la vida como mi amigo Fran. A primera vista podría parecer que vive una vida totalmente despreocupada y libre de problemas pero los que le conocemos sabemos que esto no es cierto en absoluto. De alguien que trabaja día a día tan directamente con la enfermedad, el sufrimiento e incluso la muerte quizá deberíamos esperar tristeza y frustración. Pero en lugar de esto, Fran disfruta de cada momento que tiene disponible en su interminable agenda de guardias,  para visitar lugares nuevos, coleccionar experiencias y llevar sus conocimientos allá donde más falta hacen. Es evidente que estar feliz de vacaciones es tarea fácil pero Fran disfruta igual de su trabajo, que de su último viaje al Himalaya.Tener un amigo como Fran me recuerda constantemente la importancia de tener siempre un proyecto por hacer, un lugar nuevo que conocer, entusiasmo por tu trabajo, ganas de seguir aprendiendo, poner al mal tiempo buena cara, levantarse a pesar de haber caído...en resumen...alegría por vivir.
 
Gracias por compartir conmigo esta amistad y permitirme "viajar" a los maravillosos sitios que visitas.
 
 
 


Viaje a Nepal , el país del Himalaya

martes, 10 de febrero de 2015

Etiquetas

Desde que nacemos, nos van colgando etiquetas. Etiquetas que nos definen, que muestran cómo nos ven los demás.
En el mundo en que vivimos hay miedo al compromiso, a definirnos, a etiquetarnos.
Pero yo estoy orgullosa de mis etiquetas, que por orden cronológico, son:
hija
hermana
nieta
sobrina
ahijada
prima
amiga
estudiante
jirafa
directora de orquesta
novia
cuñada
nuera
residente
tía
madrina
médico de familia
esposa
MADRE
directora
bloguera
fotógrafa
cantante
cocinera
ama de casa
ciclista
ecografista
bailarina de cha cha cha

.
.
.
.
.
 
Me encantan mis etiquetas y me encanta acumular todos los títulos que  nos ofrece la universidad de la vida. Espero con ansia seguir coleccionándolas. 
 
PD En mayúscula, la etiqueta que más ilusión me hizo que me colgasen
 
 
 




lunes, 2 de febrero de 2015

El grano de arena

En un mundo que parece estar en constante deriva, tomar conciencia de que tenemos la oportunidad de aportar nuestro granito de arena para inclinar la balanza a uno u otro lado, es fundamental.
 
No es nuevo que el hombre ponga, desde que se creó el mundo, su propia existencia en peligro. Y no sé si este es el momento de más riesgo desde que el mundo es mundo.
 
Sólo sé que no podemos permanecer impávidos, planteándonos únicamente ser felices y vivir el día a día de lunes a viernes esperando que llegue el fin de semana para disfrutar al máximo.
 
Tenemos en nuestras manos la oportunidad de hacer cada día un poco mejor este mundo de locos. Cada uno desde su propia vocación de madre, padre, panadero, taxista, publicista, periodista, médico, albañíl, picapedrero, cura, ama de casa o dependiente.
 
Con cada gesto podemos y debemos hacer que nuestro entorno, nuestro lugar de trabajo, nuestra comunidad de vecinos, nuestra casa, nuestra familia, sea un lugar donde se aprenda a discutir los distintos puntos de vista con el diálogo y desde el respeto a las diferencias. Donde se comprenda que con el esfuerzo de todos y cada uno de nosotros, teniendo en cuenta nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades, se pueden construir puentes, y no murallas. Donde se aprenda la importancia del esfuerzo y de el compromiso para realizar nuestro trabajo con el mayor empeño y la mejor calidad. Donde cada decisión que se tome sea justa y comprometida. Donde cada paso que demos seamos capaces de plantear el dilema de si es lo mejor para todos y no sólo para nosotros mismos. Donde seamos capaces de ver las necesidades de los demás y ayudar a paliarlas en la medida que sea posible.
 
Se podrían enumerar muchas más pero pienso, sinceramente, que con que fuésemos capaces de hacer medianamente bien estas, este, nuestro mundo, sería un lugar un poco más confortable para vivir y podríamos asegurar un mejor futuro para nuestro hijos y para nuestros nietos.
 
Es sólo un granito de arena, pero gota a gota se hace océano.


 
God knows what is hiding in those weak and drunken hearts
Guess he kissed the girls and made them cry
Those hard-faced queens of misadventure
God knows what is hiding in those weak and sunken lives
Fiery throngs of muted angels
Giving love but getting nothing back, oh

People help the people
And if you're homesick
give me your hand and I'll hold it
People help the people
And nothing will drag you down
Oh and if I had a brain,
Oh and if I had a brain
I'd be cold as a stone and rich as a fool
That turned all those good hearts away