martes, 29 de enero de 2013

La luna

Pocas cosas me producen un embrujo tan grande como la luna llena o como escuchar en directo una buena voz, y buena música.

Si mezclamos todo, doble embrujo.
 
Sarah Brightman (soprano británica) interpreta de forma magistral el Himno a la luna, el aria más famosa de la ópera Rusalka de Antonín Dvorak con libreto de Jaroslav kvapil (1901). El nombre de la ópera proviene de la mitología eslava donde Rusalka es un espíritu del agua que vive en lagos o ríos.
 
En el Acto I Rusalka le dice a su padre que se ha enamorado de un joven humano que suele cazar alrededor del lago y que desea convertirse en humana para poder abrazarlo.
Su padre, un espíritu de las aguas, le explica que si hace eso perderá la inmortalidad.
Pero Rusalka está decidida y su padre la envía a hablar con la bruja Jezibaba. Esta no es una bruja infalible y al transformarla en humana hace que pierda la voz.
Cuando va a ver a Jezibaba canta el Himno a la luna. En ella, le habla a la luna de su amor por el príncipe y le pregunta si él la corresponde.
 

 


 
Sarah Brightman. La Luna.
 
 


Scende la notte, tranquillità

Piano il buio respira

Solo la luna veglierà

Con argento ci coprirà

Dal grande cielo splenderà

Solo la luna veglierà



La luna della notte

Dolcemente ci proteggerà

La luna della notte

Dolcemente ci proteggerà



Scende la notte, e lei è la

Su tutto’l cielo lei regna

Con gentilezza lel guarderà

Illuminando la sera

Con gentilezza lel guarderà

Illuminando la sera



La luna della notte

Dolcemente ci proteggerà

La luna della notte

Dolcemente ci proteggerà



Luna non veglierà

Fuggirà

Luna scomparirà



Buio va, già giorno si fa

Notte sussurra addio

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