jueves, 31 de enero de 2013

Tener tiempo en la consulta para preguntarle a un paciente ¿porqué no se suicida?

Ayer fue de esos días que sueña todo médico de familia. Disponer de tiempo, sin interrupciones, para dialogar tranquilamente con los pacientes. Para intentar sanar más con la palabra que con el bolígrafo aquellas dolencias que son básicamente psicosomáticas (un abrazo vale más que mil palabras)

Ya he comentado otras veces la importancia que tiene escuchar, manejar los silencios, observar en nuestro trabajo diario ( el silencio y la palabra) como herramientas básicas pero fundamentales en la consulta del médico de cabecera.

Tener tiemo en la consulta es un gran lujo para el médico de familia, pero sobre todo para los pacientes.

Echo mucho de menos aquellos años de  estudiante de medicina en el 12 de octubre en los que hacer una historia clínica con su correspondiente exploración física podía llevarte más o menos media hora. A veces incluso más. Porque cada detalle de cada órgano y aparato era fundamental para comprender el conjunto y porque después venía el adjunto, en mi caso el Dr Moya, que corregía con lupa tu historia encontrando siempre algo que era digno de ser mejorado.

La historia clínica y la exploración física, conocer todos los antecedentes médicos, quirúrgicos, familiares, sociales y laborales del paciente, sigue siendo una de las herramientas más rentables desde el punto de vista diagnóstico y terapéutico del sistema sanitario aunque a fuerza de ser ninguneada por nuestros dirigentes, que valoran tan poco la atención primaria como para llenarla de trabas burocráticas y de listas de pacientes sin fin ( todo paciente debe ser visto en el día), hace que en cinco minutos por paciente tengamos que hacer lo que antes hacíamos en casi media hora.

Un médico de familia se examina una media de 40-45 veces al día. Las mismas que pacientes pasan delante de sus ojos. Y caen preguntas de todo tipo: psiquiatría, urología, dermatología, digestivo, cardiología, hematología, ginecología, oftalmología, otorrino, neumología, infecciosas.....(el médico de familia)

Ayer una de las patologías más demandadas era la emocional.

Todos los días varios de mis pacientes me preguntan: ¿usted cree que todo mejorará algún día? Pero ayer era como un continuum. Parecía el día de la marmota (¿esto no lo he oido yo antes?)
 
Siempre les intento devolver con una sonrisa un poco de esperanza sabiendo con certeza que el hombre es capaz de superar cualquier dificultad.

Ayer, el "medicamento" más prescrito en mi consulta fue "dedicartiempoparalaespiritualidad" con muchas dosis de "musicarelajante" y "volveraencontrarseconunomismo". A tres pacientes les recomendé leer un libro de Viktor Frankl, "El hombre en busca de sentido".
Mantente siempre en movimiento

Viktor Frankl era un psiquiatra austriaco que vivió la dureza de los campos de concentración durante el exterminio nazi.  Aún así, fue capaz de encontrar un motivo para seguir viviendo.

Tengo entendido, por lo que he leido de él, que preguntaba a sus pacientes algo que a los médicos en general nos da pánico preguntar (por aquello de no dar ideas): ¿porqué no se suicida?

En la respuesta que le daban era capaz de encontrar la clave para empezar a tejer un mundo de esperanza.

A veces las personas nos aferramos a fantasmas del pasado y nos negamos a ver que ahora vivimos otra realidad. Son cadenas que nos bloquean. Que nos inmovilizan. Que hacen que no seamos capaces de seguir adelante.
 
Muchas veces nos regocijamos chapoteando en nuestras miserias y en nuestros fracasos, en lugar de levantarnos, sacudirnos el polvo de la ropa y seguir caminando.
 
Nos empeñamos en llevar una mochila en la espalda llena de cosas inútiles y prescindibles (aligera tu equipaje), olvidando que siempre tenemos motivos para ilusionarnos, ser felices, tener proyectos y, lo que es mejor, ponerlos en práctica (siempre hay motivos para ser feliz )

Es fundamental admitir nuestro presente y nuestra realidad para adaptarnos a ella.

Lo acaba de estudiar mi hijo en cono:   fundamental para sobrevivir....adaptarse al medio.

Esta  lección se aprende en primaria. ¿ Porqué se nos olvida tan fácilmente?



Loreena Mckennitt. The Mummer´s dance


No hay comentarios:

Publicar un comentario