Aunque casi es peor cargar con el equipaje.
Porque, para quince días que te vas de casa ( si es que puedes, claro!)...la cantidad de bultos que movemos!!!
Aunque para un fin de semana casi mueves lo mismo, a excepción de la ropa ya que usarás menos. Y si hablamos de equipajes de verano, tiene un paso. La ropa es más ligera. Pero en invierno todo ocupa mucho más.
Y digo yo...¿realmente necesitamos tantas cosas? Si luego sólo usas la mitad de lo que llevas.
Pero es ese maldito "porsiacaso" el que no hace más que ocupar nuestro espacio.
Y de una vez a otra, no aprendemos de nuestros errores y perpetuamos los mismos vicios.
Una y otra vez..uno y otro viaje.
Esto mismo lo hacemos en nuestro día a día, en nuestro viaje por la vida. Nos vamos cargando día a día de cosas prescindibles "por lo que pueda pasar" olvidando lo más importante. Lo vivido sólo sirve para adquirir experiencia, para configurar nuestra existencia y ser lo que somos, para recordar momentos felices . El futuro es siempre una incertidumbre que, en ocasiones, impide que caminemos seguros por el camino o que disfrutemos del aquí y del ahora.
Nos olvidamos de vivir el hoy, el momento actual, en espera de lo que tiene que venir o lamentando lo que ya pasó.
Con la incertidumbre que nos abruma en estos días lo fácil es caer en el círculo en el que camina la mayoría de pesimismo, queja y lamento.
Lo realmente heroico es hacer un importante esfuerzo por sonreir, ser feliz, y buscar oportunidades.
Creo que vivimos un momento único para evaluar y crear nuevas propuestas. Para elegir con qué nos quedamos.
Como en el mercado de Düsseldorf, donde un no sabe qué pan o qué flor elegir
No lo desperdiciemos.
Aligera tu equipaje. Carga sólo con lo imprescindible. Disfruta cada minuto y cada día con la certeza de que lo que dejes pasar no volverá. No pierdas tu tiempo.
" Hay tres cosas que no vuelven: la flecha lanzada, la palabra dicha y la ocasión perdida. Prov chino".
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