Cada día que pasa tengo que hacer más terapia y relación de ayuda en la consulta. Cada vez más pacientes acuden aquejando ansiedad, llanto fácil, insomnio, desesperanza...solicitando alguna pastilla que les permita manejar el día a día un poco más anestesiados.
Cada vez más llego a casa sin fuerzas.
Durante la mañana procuro llenarme de energía positiva para poder luego dar a mis pacientes.
Pero también a mí, cada vez con más frecuencia, me cuesta encontrar motivos para la esperanza.
Escuchar las noticias, locales, regionales, nacionales o internacionales no permite encontrar ningún atisbo de esperanza.
No sé si estamos en la fase de negación y aislamiento, o en la de ira y rabia, o en la de negociación, o en la depresión o en la aceptación. Supongo que, como en los duelos, cada uno se encuentra en su propia fase.
Y yo espero que la mayoría no se encuentre entre la ira y la rabia o entre la depresión o la negación.
Deseo que todos avancemos con aceptación, afrontando el futuro en paz con la certeza de que toda noche tiene su día y al final del túnel siempre hay salida.
Mientras tanto, como Pólice, lanzo un mensaje en una botella:
Walked out this morning. Dont believe what I saw.
A hundred billion bottles washes up on the shore
Seems I´m not alone at being alone
A hundred billion castaways
looking for a home
I´ll send an SOS to the world
I hope that someone gets my message in a bottle
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