jueves, 4 de abril de 2013

¿¿¿Crispacion??? No gracias.

Hace dos post hablaba de la sonrisa. Esa gran olvidada en nuestros días.
Y es que como leí por internet....el que es capaz de mantener la sonrisa es porque no ve la que se le viene encima. Nuestra sociedad, alegre mediterránea, se ha convertido de la noche a la mañana en un ir y venir de andantes cabizbajos que muchas veces están esperando la mínima para responder con ira.
A quien no le ha pasado que comprando en el supermercado sin querer te topas con alguien y le pides disculpas y te responde con una mirada encolerizada?
Aunque como decía Gandhi no hay quien necesite mas una sonrisa que aquel que no es capaz de darla, es complicado mantener el alma serena, creer en el futuro y ser capaz de transmitir optimismo y  serenidad a los demás.
Pero creo que el medico de familia, mas que nadie, esta obligado a ello.
 
Cada día nos consultan mas personas con crisis de ansiedad, con cuadros depresivos, con sobrecargas familiares, con problemas de salud que de pronto ven dificultada su resolución por listas de espera inexplicables.
Y es nuestra obligación mantener la calma, dar a cada uno su tiempo, escuchar sus problemas y atender sus dolencias de la manera mas eficaz posible.
A pesar de que nuestros jefes no nos respeten.
A pesar del miedo a los recortes.
A pesar de que cada día vemos mas pacientes debido a esos recortes.
No les neguemos al menos esos momentos en los que se pueden sentir atendidos y escuchados.
Y tampoco les neguemos nuestra sonrisa.
Como decía hace poco una compañera en su blog....hagamos una cadena de sonrisas.

 
  A Little more love. Lisa Stanfield

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