viernes, 15 de marzo de 2013

Talkin´bout a revolution: it sounds like a whisper

Después de las noticias tan animadas de la última semana estoy noqueada.
Me he quedado sin palabras.
De ahí mi mutismo.
El mismo mutismo que manifiestan los que se encuentran callados, en la nebulosa entre los jefes y nosotros, que parecen no querer mover ni un solo dedo para que nadie perciba que existen y decida ponerlos donde deben.
Necesitamos que se posicionen pero ellos siguen en sus despachos acomodados. Lejos del mundanal ruido de las consultas porque quizá el fonendo se ha transformado en un objeto extraño, del pasado. Porque quizá volver a retomar la asistencia supone hacer un reciclaje incómodo en el que uno debe reconocer, primero a sí mismo y después a los "tutores" que mis conocimientos para retomar la consulta se han quedado obsoletos.
Y mientras tanto nadamos en aguas turbulentas, adaptandonos a cambios en nuestra relación con especializada, en la petición de citas, en plantillas de AP Madrid, por nombrar sólo algunos, que nadie nos comunica.
Es todo exasperante. O surrealista, como decía en mi anterior post (surrealismo en estado puro).
Reconozco que a pesar de que ya peino canas desde hace tiempo, no he dejado de creer, de confiar.
Pero la  cruda realidad me ha hecho abrir los ojos y me ha robado la sonrisa.
Ya no sé qué decirles a mis pacientes cuando me comentan que deben esperar un año para hacerse una eco abdominal.
Se me acaban los recursos para intentar arrancar un halo de esperanza a tantas miradas tristes y ausentes que se sientan frente a mí cada tarde.
Me siento impotente cuando debo atender a un paciente sin papeles que no podrá comprarse la medicación que precisa para su hipertensión o su diabetes.
Me siento incapaz de aportar un rayo de luz cuando un paciente joven me dice que está estudiando idiomas a marchas forzadas para irse de su país en busca de un trabajo.
A veces tengo la sensación de que el Titanic, que chocó contra el iceberg hace ya muchos meses está empezando a hundirse del todo.

A pesar de todo, feliz día. Todo atarder tiene su aurora.
 
 
 
 
Tracy Chapman. Talkin´bout a revolution

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