Un día llegas a casa y te das cuenta de que todo ha cambiado.
En realidad has tenido un presentimiento al salir del trabajo. Hace tiempo que no sientes la necesidad de salir corriendo porque necesitas verle.
Ya no te sientes triste cuando sale de viaje ni cuentas las horas para que vuelva.
Parece algo simple, pero, de pronto, ya no os miráis ni os buscáis como antes.
Las obligaciones y las preocupaciones de cada día han ido formando un muro cada vez más alto entre los dos.
Puedes intentar acercarte a él todo lo que quieras. Siempre encontrarás algo que se interponga entre vosotros. Una llamada del trabajo, el llanto de tu hijo, la llamada de tu madre.
Puedes intentar encontrarte en su mirada, que hasta hace poco te buscaba cómplice. Siempre habrá algún motivo para sentirla esquiva.
Todas las palabras parecen malintencionadas o malinterpretadas.
Con sólo miraros comprendíais perfectamente lo que sentía o necesitaba el otro.
Ahora, ni siquiera la palabra basta para hacerle entender cómo te sientes.
En cada intento de conversación, lo único que sale de vuestras bocas es un reproche.
El nosotros ha desaparecido para dejar paso al yo.
Mientras las lágrimas brotan en tus ojos y la angustia se apodera de tu corazón piensas ¿En qué punto comenzó todo? ¿Es posible retornar al principio?
Lamentablemente sabes que, en la mayoría de las ocasiones, este instante indica un punto de no retorno.
A un passo dal possibile
A un passo da te
Paura di decidere
Paura di me
Di tutto quello che non so
Di tutto quello che non ho
Eppure sentire
Nei fiori tra l'asfalto
Nei cieli di cobalto - c'è
Eppure sentire
Nei sogni in fondo a un pianto
Nei giorni di silenzio - c'è
Un senso di te
C'è un senso do te
Eppure sentire
Nei fiori tra l'asfalto
Nei cieli di cobalto - c'è
Eppure sentire
Nei sogni in fondo a un pianto
Nei giorni di silenzio - c'è
Un senso di te
C'è un senso di te
Un senso di te
C'è un senso di te
No hay comentarios:
Publicar un comentario