Me alegro de haberlo visto.
Me ha traído muchos recuerdos.
Recuerdos de la desolación que sentí el día que me quedé en blanco en el examen de biología y que por una décima no pude entrar en medicina a la primera.
Recuerdos de mi primer año como universitaria estudiando químicas porque fue mi segunda opción después de todas las universidades en las que se impartía medicina.
Recuerdos de mi segunda selectividad a la que fui tan tranquila leyendo Miguel Strogoff porque no tenía nada que perder y si mucho que ganar.
Recuerdos del día que recogí la nota y comprobé con gran alegría que por fín podía estudiar lo que quería.
Del día que pisé por primera vez la facultad y de la emoción que sentí, hace poco, al volver a atravesar sus puertas.
De mi primera clase de anatomía, de mis primeras prácticas en el hospital, de mi primera historia clínica, de mi primer paciente.
Del día que me examiné del MIR y del día que elegí plaza.
Del día que hice mi primera guardia y del día que hice la última como residente.
De mi primer parto, de mi primera parada.
Del primer paciente al que tuve que acompañar en su recta final.
De tantos y tantos momentos.
Gracias a estos estudiantes de medicina, hoy ya licenciados, he podido recordar que sigue mereciendo la pena tanto esfuerzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario