El mindfulness no es nada nuevo, aunque he de reconocer que para mí, sí. No había oído hablar de él hasta que hace unas semanas una amiga del colegio me sugirió utilizarlo en el centro de salud para los pacientes. Así que, en cuanto tuve oportunidad, me decidí a buscar información al respecto. Y en esas estamos.
Según voy leyendo me voy dando cuenta de que, si lo piensas detenidamente, no nos dice nada nuevo. Al fin y al cabo es una técnica que utilizan los budistas desde hace ya unos cuantos cientos de años y es algo que de forma intuitiva hacen muchas personas: Tomar conciencia del momento presente.
El mindfulness se ha traducido al castellano como atención plena, que viene a ser una forma de decir estar concentrados en el aquí y en el ahora, con nuestros cinco sentidos, pero sin juzgar y con aceptación.
En una sociedad cada vez más acelerada y estresada, muchos de nuestros males se pueden resumir en que estamos "infoxicados". Saltamos de una tarea a otra, de una actividad a otra, sin prestar muchas veces atención a ninguna de ellas, generando frustración porque tenemos la sensación de no llegar a ningún sitio ni poder abarcar todas las tareas. Y lo que es peor, sin prestar atención a lo que sentimos ante las situaciones presentes, perdiendo el tiempo en lo vivido en el pasado o en o que tememos o creemos que nos deparará el futuro.
Y si no, que levante la mano quien no ha vivido alguna de estas situaciones:
1. Comer sin masticar ni saborear el plato mientras mantenemos una reunión de trabajo o vemos la televisión.
2. Llegar al destino sin haber sido conscientes del trayecto en coche.
3. Juzgar las situaciones como buenas o malas y, en función de ello, aceptarlas o rechazarlas.
4. Olvidar o tirar cosas por descuido
5. Empezar una tarea y abandonarla a los pocos minutos para atender una llamada o para realizar otra tarea.
6. Oír sin escuchar lo que nos dicen
El concepto atención plena implica tomar conciencia del momento presente, sin juzgar y con aceptación.
Es muy frecuente en nuestra sociedad pasar de puntillas por el ahora distraídos por alguna situación pasada o ensoñaciones sobre el futuro.
El precursor del mindfulness, como medio para reducir el estrés, es John Kabat Zinn, que fundó en 1979 el Centro de midfulness en Masachussets y desarrolló un programa de reduccion de estrés basado en la conciencia plena (conocido como MSBR, Mindfulness based stress reduction) en 8 semanas.
Hay estudios neurobiológicos que demuestran que un elevado nivel de atención se correlaciona con niveles bajos de neuroticismo, alexitimia, ansiedad, depresión y somatización y elevada inteligencia emocional así como baja hostilidad, impulsividad y vulnerabilidad a la aparición de enfermedades psiquiátricas.
Además, se sabe que las personas con tendencia a la depresión tienen predominancia en la actividad neuronal de la región prefontal derecha del cerebro mientras que las personas con mayor capacidad para regular sus emociones tienen más activada la izquierda. Estos estudios han descubierto que tras ocho semanas de meditación regular, empieza a desarrollarse más el lado izquierdo y que los meditadores tienen mayor densidad neuronal, mayor capacidad para procesar la información y niveles de estrés y ansiedad bajos y que el estado de atención plena nos permite ser más creativos y empáticos.
La atención plena ayuda a aumentar la concentración, a disminuir automatismos, a frenar la impulsividad, a aceptar la realidad tal y como es y a disfrutar del presente, a disminuir la ansiedad y a fomentar el autoconocimiento
El mindfulness también se ha aplicado en el ámbito de la medicina y hay muchos estudios que avalan su eficacia en el tratamiento de pacientes con fibromialgia, trastornos obsesivos compulsivos, trastorno depresivo, trastorno de ansiedad generalizada, adicciones, dolor crónico y en el abordaje del burnout en profesionales sanitarios (Evaluación de la efectividad de un programa de mindfulness en profesionales de atención primaria)
Además, se están desarrollando algunos proyectos en el ámbito de la pediatría ( Mindfulness en Pediatría: el proyecto “Creciendo con atención y consciencia plena” ) con el objetivo de aprender a gestionar las capacidades de control sobre la salud desde la atención y consciencia plena.
En el ámbito de la salud se han demostrado beneficios también en los profesionales sanitarios, mejorando la introspección y permitiendo desarrollar aspectos más humanistas y habilidades como el afrontamiento del estrés y la empatía puesto que el estar atento disminuye la tendencia a cargar con as emociones negativas de otros.
Se puede aplicar de forma individual o en grupo y, a diferencia de los tratamientos farmacológicos, su eficacia se mantiene durante más tiempo puesto que el individuo integra estas habilidades a su vida diaria.
El inconveniente principal es que se requiere el compromiso activo del paciente ya que, en palabras de Daniel Goleman, "La atención es un músculo que se debe entrenar”
Andy Puddicombe. Mindfulness 10 minutos
No hay comentarios:
Publicar un comentario